martes, 12 de enero de 2016

Lucas Llach genocida de camélidos

3º Proclama del Partido
“Animalitos contra
la Obsolescencia Programada”

Lucas Llach genocida de camélidos



Los militantes del Partido A.c.O.P. consideramos que los animales humanos no tienen ninguna clase de respeto por la vida. Hubo contadas excepciones en la historia de la animalidad (porque la de la humanidad es una historia bastante inventada) que demostraron ser verdaderos defensores de la vida.



Nuestro vecino país, la República Argentina, tiene ahora un Presidente que detesta la vida en sí y la vida animal en particular, por eso, nuestras cabezas cuelgan inertes de las paredes de sus casas.

Así mismo, nos encontramos con que en el gobierno argentino-macrista tienen a un tal Lucas Llach[1], (es vicepresidente del BCRA, el lugar de donde el gobierno de macri se roba todo el dinero) que para nosotros, los animales, es un asesino.



  
El guanaco que este asesino exterminó NO padecía problemas cardíacos. El miedo, el stress, el la carrera alocada tratando de salvar la vida, el no tener hacia donde salir corriendo, el verse mortalmente atrapado, la sed, el desierto, el terror frente a los gritos del genocida, el olor nauseabundo que despide por sus prácticas de carnívoro desenfrenado, el espanto de la mirada del asesino sobre su víctima, todo eso y mucho más asesinó a nuestro hermano guanaco. Consideramos que Llach trabaja con las fuerzas de la oscuridad.

El asesino Llach, que twitteaba su hazaña de matar un guanaco por extenuación. 


Lucas Llach[2] pagará por lo que hizo, deberá rendir cuentas ante Coquena y Coquena no tiene piedad, porque nadie toca sus animales, nadie caza = asesina camélidos porque ellos son los protegidos de Coquena. Llach se autoproclama como “cavernícola”, no lo es, es un genocida de animales y los cavernícolas eran mucho más civilizados que este hijo del mal.




He aquí la poesía de Juan Carlos Dávalos que explica el por qué no se deben cazar camélidos. Dávalos habla especialmente de vicuñas, pero llamas, alpacas, vicuñas y guanacos son protegidos de Coquena.




LA LEYENDA DEL COQUENA

Cazando vicuñas anduve en los cerros.
Heridas de bala se escaparon dos.
-No caces vicuñas con arma de fuego,
Coquena se enoja - me dijo un pastor.

- ¿Por qué no pillarlas a la usanza vieja,
cercando la hoyada con hilo punzó?
¿Para qué matarlas, si sólo codicias
para tus vestidos el fino vellón?

-No caces vicuñas con arma de fuego,
Coquena las venga, te lo digo yo.
¿No viste en las mansas pupilas oscuras
brillar la serena mirada del dios?

-¿Tú viste a Coquena?
-Yo nunca lo vide,
pero sí mi agüelo - repuso el pastor;-
una vez oíle silbar solamente,
y en unos tolares, como a la oración.

Coquena es enano; de vicuña lleva
sombrero, escarpines, casaca y calzón;
gasta diminutas ojotas de duende,
y diz que es de cholo la cara del dios.

De todo ganado que pace en los cerros,
Coquena es oculto, celoso pastor;
si ves a lo lejos moverse las tropas,
es porque invisible las arrea el dios.

Y es él quien se roba de noche las llamas
cuando con exceso las carga el patrón.

En unos sayales, encima del cerro,
guardando sus cabras andaba el pasto;
zumbaba en los iros el gárrulo viento,
rajaba las piedras la fuerza del sol.

De allende las cumbres de nieves eternas,
venir los nublados miraba el pastor;
después la neblina cubrió todo el valle,
subió por las faldas y el cerro tapó...

Huyó por los filos el hato disperso,
y a gritos, en vano, lo llama el pastor.
La noche le toma sentado en cuclillas,
y un sueño profundo sus ojos cerró.

Cuando el alba tiñe - limpiando los cielos-
de rosa las abras, despierta el pastor.
Junto a él, a trueque del hato perdido,
Coquena, de oro le puso un zurrón.

No más en los cerros guardando sus cabras,
las gentes del valle vieron al pastor;
Coquena dispuso que fuese muy rico.
Tal premia a los buenos pastores el dios.

Frente a este asesino / genocida de camélidos, que siente placer al asesinar, lo mismo que los nazis sentían cuando mataban gente en sus campos de exterminio, le imploramos, le pedimos, le rogamos a Coquena que haga justicia y aplique la obsolescencia programada sobre Lucas Llach y así será.



Coquena, hijo de la Pacha Mama,
Guardián de las majadas,
Tropero de las nubes,
Tejedor de brumas y nieves,
Sembrador de tormentas,
Duende de abras y bosques,
Tata de los cerros,
Músico de arroyos y ríos
Te pedimos que actúes
Y muestres tu poder
frente a los que se creen poderosos.
Destruye todo mal y a todo malvado
Que se acerca para matar tu ganado.
Que así sea!!!



Juanita la Revoltosa, la araña culona del balcón, miembro revolucionario de A.c.O.P. y fundadora del BiETCom (Bichos Enfurecidos, Tarántulas contra macri)





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